Reseña: "Un Grupo de Nobles Damas"

TITULO: «Un Grupo de Nobles Damas»
AUTOR: Thomas Hardy
TRADUCTORA: Catalina Martínez Muñoz
EDITORIAL: Alba
FORMATO: Tapa blanda

Retenidos por el mal tiempo en un museo municipal, los miembros del Club de Naturaleza y Arqueología de Wessex deciden entretenerse contando curiosas historias «de hermosas damas, de sus amores y sus odios, de sus alegrías y sus desdichas, de su belleza y su destino». Bodas secretas, hijos ilegítimos, aventuras furtivas, y muchos errores impulsivos que sólo se reconocerán con el paso del tiempo, componen la esencia de estas narraciones. 


Este libro es una colección de diez relatos sobre damas que o bien pertenecen a la alta sociedad inglesa de provincias o bien acceden a ella por lazos matrimoniales.  Estas son historias cortas que se cuentan un grupo de socios de un club una tarde lluviosa en la que se aburren soberanamente.  Y todas son historias que  tienen que ver con la naturaleza de la mujer: mujeres buenas, mujeres caprichosas, mujeres desdichadas, mujeres enamoradas… mujeres, todas ellas memorables.

Este libro fue un regalo de cumpleaños que me hizo Teresa el año pasado. Creo que ella sabía que a mí me gustaba mucho Thomas Hardy (este es el cuarto libro suyo que leo) y por eso me lo regaló.  Y fue un acierto porque me ha gustado muchisimo, no tanto como Far from the Madding Crowd (Lejos del Mundanal Ruido) que sigue siendo mi Hardy favorito, pero no desmerece.  Además cabe señalar que, contrariamente a los que resultaron ser Tess y Los Habitantes del Bosque, este libro resulta muy ameno, con sus mas y sus menos emocionales no me produjo esa sensación de ambiente pesimista en absoluto. Claro que se trata de relatos muy cortitos, el más largo igual tendrá diez páginas más o menos y no tiene esa inestabilidad emocional, porque no le cabe. Supongo yo. Todos los relatos son muy distintos, algunos más alegres que otros, todos preciosos y por eso voy a recomendar este libro, mucho.

Muchísimas gracias Teresa

Reseña: "Far from the Madding Crowd"

TITULO: «Far from the Madding Crowd»
AUTOR: Thomas Hardy
EDITORIAL: Penguin classics
FORMATO: Tapa blanda.
Bathsheba Everdene, una muchacha con una sonrisa «de las que sugieren que los corazones son cosas que se pierden y se ganan», hereda, a la muerte de su tío, la mayor granja del pueblo de Weatherbury. Tres hombres rondan a esta joven propietaria, «fuerte e independiente», que sin duda está en situación de elegir: el pastor Gabriel Oak, empleado suyo tras un desafortunado intento de independizarse, y que padece con silencioso aplomo su diferencia de posición; el hacendado Boldwood, un rico y maduro solterón, algo oscuro y poco delicado, pero capaz de amar con una intensidad imprevisible; y el sargento Francis Troy, apuesto, acostumbrado a los favores del mundo, conquistador. Bathsheba puede elegir, pues, y elige… aunque en poco tiempo habrá de descubrir que ha renunciado «a la sencillez de su vida de soltera para convertirse en la humilde mitad de un indiferente todo matrimonial». Lejos del mundanal ruido (1874) no es sólo un formidable retrato de una heroína victoriana que sabe que «es difícil para una mujer definir sus sentimientos en un lenguaje creado principalmente por el hombre para expresar los suyos». Es también un fresco pastoril de resonancias shakespeareanas, donde el paisaje y la historia, la naturaleza y la cultura, mantienen un diálogo tenso y complejo, lleno de pequeñas sutilezas e ironías. Thomas Hardy alcanzó con esta novela su primer gran éxito, y también la que quizá sea la más amable de sus obras maestras. (Lejos del Mundanal Ruido, Editorial Alba).
Me van a diculpar la analogía pero a mi la historia de Bathsheba y sus tres pretendientes me recuerda un poco al cuento de los tres cerditos, veréis:
1) El Sargento Troy – Es como el cerdito que construye la casita de paja: conquista a Bathsheba  con malas artes porque ella (cree él) es el acceso a una vida fácil y cómoda.
2) El Granjero Bolwood – El cerdito de la casa de troncos. También busca una vía fácil de conseguir a Bathsheba, no ya por la riqueza de ella, pues él es igual de rico o más, sino por poseerla sin más. Para ello intenta la vía del chantaje emocional una y otra vez. Bolwood, al igual que Troy busca su propia felicidad en lugar de pensar un poco en la felicidad de Bathsheba, entonces en ningún momento intenta convencerla de que puede hacerla feliz, simplemente porque no se le pasa por la cabeza hacerlo (tampoco no hacerlo, no es malo, en realidad)
3) Gabriel Oak – Es el cerdito que construye la casa de ladrillo y cemento. Es el primero que conoce Bathsheba y desde el principio es su más fiel apoyo y consejero. Es honrado y trabajador, piensa en el bien de ella incluso cuando ella declara estar enamorada de otro. Gabriel ha pasado por penurias y ha aprendido de ellas, en la novela se ve que intenta que su experiencia le sea útil a la joven terrateniente, su paciencia y tesón podrían dar frutos… o no. Eso lo dejo que lo descubráis vosotros.
La novela es preciosa, Thomas Hardy construye un mundo entero alrededor del lector, pues describe las costumbres y la vida diaria de los personajes que participan de la vida y amorios de Bathsheba con todo lujo de detalles de forma que nos  introduce en esa granja, en la taberna donde se reúnen los labradores a cotorrear (son todos unos cotillas de cuidado), nos describe las idas y venidas de la protagonista, sus frecuentes cambios de opinión, sus peleas con Gabriel (el único que no le dice lo que ella quiere oir, sino lo que le conviene oir), sus reconciliaciones, sus tribulaciones (es un poco veleta la moza) y sus inseguridades. Las consecuencias de todo lo que los personajes hacen y deciden a cada momento… Thomas Hardy logra que el lector tome parte en la acción, comente en voz alta y responda a las tonterías que se llegan a decir en determinados momentos (es que algunos son para echarlos de comer aparte). Todo ello plagado de referencias a los autores clásicos y a las sagradas escrituras, sin ser un libro santurrón y sin pretensiones moralistas.
Lejos del Mundanal Ruido pasa a formar parte de mis libros favoritos, y con éste van dos este año (junto con La Canción del Cielo) me ha gustado muchisimo, en especial las partes en las que Bathsheba afirma su independencia y su capacidad de salir adelante siendo una mujer y llevando las riendas de una hacienda agrícola. Ningun hombre, salvo quizás Gabriel, está a su altura en la novela y es, sobre todo, porque la ven como una mujer a la que poseer y que en cuanto se casen con ella, las propiedades estarán mucho mejor administradas (cosa que no es así). De los tres está claro que mi favorito es Gabriel, porque es el único que la ve como es, el único que la respeta y el único que tiene fe en ella. 

De esta novela de Hardy, la más optimista de las que he leído, (recordad que hablábamos de ello en esta entrada) hay dos adaptaciones y una tercera en preparación. La más conocida es en la que la increíblemente guapa Julie Christie hace de Bathsheba y Terence Stamp hace de Troy. La tercera se estrena el año que viene y tiene a Carey Mulligan de protagonista y a Martin Sheen haciendo de Bolwood.

Aprender leyendo: Thomas Hardy

Ayer, en cuanto llegué a casa lo primero que hice fue abrir mi cuaderno de notas y escribir lo siguiente: “Far from the madding crowd (Lejos del mundanal ruido) lleva camino de convertirse  en uno de mis libros favoritos, gracias sobre todo al personaje de Bathsheba Everdene”, yo leo en el autobús entre que voy a clase y vuelvo a casa y justamente en esta mañana, pensando en lo que había escrito ayer, abrí nuevamente el cuaderno nada más llegar a clase y anoté a lápiz “¿Naturalismo?”. Bien, yo no tengo mucha idea de teoría literaria, la literatura en este país es una asignatura que se enseña poco y mal. Pero sí que he estudiado bastante bien historia del arte, y en la carrera (Historia) tenía una optativa dedicada a la historia del arte de los siglos XIX y XX y fue ahí donde aprendí lo que era el Romanticismo, el Naturalismo y el Realismo. Y leyendo no sólo este libro, sino también Tess de los d’Urbervilles y Los habitantes del bosque he llegado a la conclusión de que Thomas Hardy es un autor naturalista y parece que no voy desencaminada.  Aún tengo pendiente de lectura Un grupo de nobles damas, que me regaló Teresa, quien supo antes que yo que Hardy era uno de mis autores favoritos.
Lo que viene a continuación es todo reflexión y conclusión personal, yo creo que voy atinada, pero habrán lagunas y posibles errores. Todo son producto de la lectura de Hardy añadido a mis polvorientos conocimientos de historia.
Thomas Hardy es a Inglaterra lo que Pereda es a la Montaña (como se llamaba a Cantabria en sus tiempos), aunque en realidad lo es para toda España. Ambos autores representan el enfrentamiento entre lo rural, idealizado como virtuoso, y lo moderno o urbano, símbolo de corrupción. En Hardy, sin embargo, el elemento extraño no es un ciudadano trasladado al campo (como el madrileño de Peñas Arriba) sino la mujer que en mayor o menor medida controla su propia vida.
A pesar de que el naturalismo es una corriente que se desarrolló fundamentalmente en Francia (Zola, Flaubert…) y en España (Pereda, Galdós, Pardo Bazán…) se considera naturalismo gran parte de la obra de Dickens (el determinismo de las circunstancias sociales de sus personajes es algo presente en casi todas sus novelas).
Momento histórico: En el siglo XIX en Inglaterra no apareció una única clase social nueva, conocida como clase trabajadora o proletariado, anteriormente a ella había aparecido otra clase social a medio camino entre el noble, con título y tierras asociadas a ese título, y el labrador: Aparece la figura del terrateniente agrícola. Esta nueva clase social nace de una prosperidad económica que tiene lugar en el campo inglés que dio, posteriormente, origen a la revolución industrial (la revolución empezó gracias a los beneficios económicos resultantes de la venta de productos agrícolas en una época en la que el campo daba fruto en abundancia). Además anterior al proletariado era también el labrador, temporero o no, que trabajaba en las fincas tanto del noble como del nuevo terrateniente, cuya clase social recibió el nombre de “gentry”.  Estos trabajadores del campo son quienes luego emigrarán a las ciudades para trabajar en las fábricas, es decir, son el futuro proletariado. Es en este mundo preindustrial donde Hardy ambienta sus novelas.

El tiempo de Hardy, en términos historico-literarios, se sitúa con posterioridad a Dickens y anterior a las hermanas Brontë: el autor nace coincidiendo con las primeras obras con éxito de Dickens, pero las Brontë aún no habían nacido.
Toda la obra de Hardy tiene algo de melancólico y pesimista, porque él mismo vive aferrado al pasado, a la tradición, y esas características son las que, a mi juicio, lo catalogan como autor naturalista (el naturalismo debe entenderse como la búsqueda de la realidad, de la naturaleza de las cosas, el paisaje tanto rural como urbano como social). Su espíritu poético, sin embargo, impregna su prosa y por eso el lector no tiene esa sensación de rechazo que habitualmente produce el pesimismo.
También, a causa de su rechazo a los cambios de su tiempo, las obras de Hardy están cargadas de lecciones morales, al tiempo que (no me queda claro si es algo intencionado) tiene detalles totalmente revolucionarios, por ejemplo: aun dando la impresión de que escribe justo lo contrario, no dejo de tener la sensación de que una parte de Hardy era partidaria de la mujer, de sus capacidades, ideas y derechos y que sus obras denuncian cómo la sociedad de la época trata a la mujer. Ya tuve esa sensación durante la lectura de Tess y vuelvo a tenerla con Far from the madding crowd:

Bathsheba tenía una naturaleza impulsiva aparentemente deliberada. Era una Isabel en el cerebro y una María Estuardo en espíritu, a menudo realizaba acciones de la mayor temeridad con una extrema discreción. Muchos de sus pensamientos eran silogismos perfectos; desgraciadamente siempre se mantuvieron ocultos. Sólo unos pocos eran suposiciones irracionales; pero, por desgracia, eran los que con mayor frecuencia se convirtieron en obras. (Far from the madding crowd).

Fuente de apoyo: Realismo y determinismo en la novela y la poesía de Thomas Hardy (1840-1928). José Luis Caramés Lage, Universidad de Oviedo.

Reseña: "Los Habitantes del Bosque"

TÍTULO: Los Habitantes del Bosque
AUTOR: Thomas Hardy
EDITORIAL: Impedimenta
FORMATO: Tapa blanda con sobrecubierta

Grace Melbury, la preciosa y delicada hija de un próspero maderero que haría cualquier cosa por ella, regresa al pequeño pueblo de su infancia después de haber recibido una refinada educación lejos de allí. Su reencuentro con quien siempre estuvo destinado a ser su marido, Giles Winterborne, les revela a los dos que, pese a todo lo que él pueda amarla, no está a la altura de sus nuevas expectativas sociales y, en cambio, sí lo está el nuevo médico de la región, el aristocrático Edred Fitzpiers, que aparece rodeado de libros y de un raro halo de misterio. La relación que se establece entre los tres se verá salpicada de malentendidos y traiciones, pero también de una devoción y una lealtad que conducirán a un desenlace extraordinario. 

«Los habitantes del bosque», inédita hasta el momento en castellano, es una de las novelas más brillantes, controvertidas y representativas de la narrativa de Thomas Hardy, quien siempre la consideró su obra favorita. Sus evocadores paisajes y sus personajes llenos de fuerza hacen de Los habitantes del bosque una obra indispensable.

Es difícil reseñar un libro cuando no se pone una misma de acuerdo sobre si este libro ha gustado o no. Es complicado porque este no es un libro fácil. Antes que nada quiero aclarar que el argumento expuesto arriba, que es el que consta en la contraportada del libro, no se corresponde exactamente con la novela, hay puntos que son incorrectos.

Bien, tenemos que Grace Melbury ha recibido una educación muy cuidada cuyas expensas ha pagado su padre gracias a mucho trabajo y algunos sacrificios, la razón es que el padre de la moza se niega a que su única hija se vea obligada a vivir en las humildes condiciones en las que vive su familia, o mejor dicho, las que él cree que son humildes condiciones, sin embargo por una deuda de honor contraida con el viejo señor Winterborne, ha prometido la mano de esta muchacha al hijo de aquel, el sencillo pero honrado Giles de quien a su vez está enamorado una vecina.

También vive en esta población un estudioso médico quien, aun sirviendo a la comunidad como sanador, prefiere relacionarse lo mínimo posible con sus vecinos ya que goza de un status social mucho más elevado que ellos (procede de una familia noble aunque muy venida a menos). Completa el cuadro la señora de la Casa Grande, una antigua actriz que en su temprana juventud hizo un matrimonio muy ventajoso y que al enviudar heredó todas las propiedades de su marido.

En medio de este panorama Grace vuelve a casa de su padre y éste se da cuenta de que las altas expectativas puestas en su hija se van a ver refrenadas por el inconveniente de habersela concedido a alguien tan indigno como Giles y, creyendo ver un interés sentimental entre ella y el médico, la exhorta a que rompa sus relaciones con el muchacho y aliente al médico hasta conseguir que el doctor y ella se casen. Esta resulta ser la mayor de las insensateces que se le podían haber ocurrido al señor Melbury pues el médico fue infiel a la muchacha antes del matrimonio y lo volverá a ser después.

Esa es la premisa de la que parte Los Habitantes del Bosque y sin embargo, aunque yo lo he puesto muy simple, la historia es bastante densa ya que es la obra a través de la que Thomas Hardy ha expresado toda su filosofía en cuanto al orden social, las diferencias de comportamiento y de tratamiento del género masculino y femenino y otras materias de índole filosófico, teórico y espiritual. No es de extrañar que sea a partir de la publicación de esta novela cuando el propio Hardy ha sentido que la sociedad que lo rodeaba le trataba como él consideraba ser tratado: un autor y un intelectual de calidad incuestionable, pues hasta aquel entonces se había creido injustamente tratado a causa de sus orígenes socialmente humildes. 

Los Habitantes del Bosque es cualquier cosa excepto una obra romántica en cuanto al fondo. Si lo es en cuanto a la forma si tomamos como referencia la teoría sobre literatura romántica en la historia de la literatura, aunque tambien debe señalarse que cae más hacia el naturalismo: no es coincidencia, pues, que haya situado la acción de su novela en los confines de un bosque y que la gran mayoría de estos personajes se dediquen a la industria maderera o a la fabricación de la sidra. No obstante para establecer la imposible relación entre las distintas clases sociales tanto a nivel físico como intelectual ha creado tres personajes que se encuentran en tres posiciones aparentemente privilegiadas aunque bien diferenciadas entre sí: Por un lado tenemos a la arribista que ha conseguido lo imposible, que es cambiar completamente de estatus social, encarnado por la señora Charmond, de la casa grande, tenemos también al filósofo, estudioso, socialmente privilegiado pero económicamente empobrecido médico cuyo orgullo de cuna le incapacita para relacionarse con personas socialmente inferiores y por último está Grace quien es socialmente inferior pero cuya educación la ha colocado en una especie de tierra de nadie en la que se encuentra completamente sola y por la que no sabe cómo relacionarse ni con unos ni con otros.


Cuando terminé de leer este libro y pensaba en cómo redactar esta reseña estaba completamente convencida de que no había entendido nada de lo que había leido pues por un lado tenemos la historia y por otro tenemos todo el relleno filosófico que Hardy quiso meter, que suelta por boca del doctor Fitzpiers a quien odié desde el principio de la novela, sin embargo me voy dando cuenta de que mi ignorancia en cuanto a muchas de esas cuestiones (dado que algunas de ellas ya no se estudian en los institutos y otras han quedado muy atrás) no me han impedido hacer un pequeño desgranado de lo que creo que el autor quería transmitir. Es probable que pasados unos días aprecie más y mejor este libro. Por ahora puedo decir que me ha costado mucho más digerirlo que Tess de los D’Urberville. A pesar de ello estoy totalmente convencida de que, en cierta medida, Los Habitantes del Bosque es un libro basado en sus propias experiencias personales.

A pesar de que publicó su primer libro pasada la treintena, Hardy no fue en realidad un escritor tardío. Su primera vocación fue la poesía lírica. Tras fracasar en sus intentos de publicar poemas, probó fortuna con la novela, aunque despreciaba el género a causa de su carácter excesivamente comercial y ostentoso (meretricious). La narrativa de Hardy obtuvo cierto éxito, si bien la crítica se encarnizó con él por la ideología materialista, naturalista y pesimista implícita en sus tristísimas y deprimentes últimas novelas. Desde 1895 abandonó definitivamente la novela para dedicarse con tenacidad al desarrollo de su interesante obra lírica. (Wikipedia)

Con imágenes de la adaptación realizada por Phil Agland en 1997 con Rufus Sewell, Emily Woof, Cal Macaninch y Polly Walker.

"Tess" recibe un lavado de cara

Lo estaba pidiendo a gritos y al fin se le ha concedido: Alianza ha decidido reeditar Tess la de los D’Urberville cambiando su portada por otra que aun no siendo demasiado bonita, es infinitamente superior a la que tiene actualmente. Como veis se trata sencillamente de una pluma blanca sobre un fondo entre gris y azul. No es la portada ideal pero al menos ya no resulta de mal gusto.
Esta reedición de Tess la de los d’Urberville consta de 528 páginas y tiene un precio de 9,90 €
Muchísimas gracias a Beleth de Book-eater por el chivatazo ❤

Reseña: "Tess la de los d’Urberville"

TÍTULO: Tess la de los d’Urberville
AUTOR: Thomas Hardy
EDITORIAL: Alianza
FORMATO: Tapa blanda

Esta novela retrata la vida rural del sur de Inglaterra a través de la figura de la protagonista, descendiente de una familia aristocrática empobrecida. Forzada por un aristócrata y condenada por una sociedad de moral estricta, Tess se rebela contra el destino que se le impone guiada por su innata independencia, su incapacidad de comprender el doble rasero con el que se juzga la conducta de los sexos y, sobre todo, por sus deseos de felicidad…
Tess la de los D’Urberville no es una novela romántica, a pesar de que todo lo que hace su protagonista, lo hace por amor. Amor hacia Angel Clare
La novela es una crítica feroz a la situación de las mujeres en tiempos pasados, cómo podían perder con mucha facilidad el respeto y la estima de las sociedades en las que vivían. La mujer era un ser inferior que, una vez perdida la virtud no importa de qué manera, no volvía a recuperarse jamás: estaba perdida y abandonada por el mundo y en ocasiones maltratada y vejada por la mayoría de los hombres.
Tess Durbeyfield tiene diecisiete años al comienzo de esta historia. Es aún una niña, aunque ya se la considere una mujer y por ello baile con el resto de las chicas de su edad en el prado donde cada año se visten de blanco dando por comenzada su vida como adultas casaderas. 
Mientras las chicas bailan en el prado, en otra parte del pueblo alguien le revela al padre de Tess que el verdadero nombre de su familia es d’Urberville, nombre noble y de rancio abolengo desde hacía siglos y extinguido en aquellos tiempos. El recién descubierto sir D’Urberville no pierde el tiempo y corriendo va a contárselo a su mujer y a sus hijos. Camino de su casa pasa por el prado donde está Tess bailando y, borracho como está, pone en evidencia a su pobre hija, aunque por suerte el padre de Tess pasa de largo.
También aciertan a pasar por allí tres hermanos que andaban de excursión por la zona. Son los tres hijos de un estricto clérigo y dos de ellos ya han decidido seguir los pasos de su padre. El tercero, Angel, ha pensado desviar su camino y buscarse otro modo de vida, pero de momento se une a la fiesta invitando a bailar a varias de las chicas. No invita a Tess, pero cuando al fin se fija en ella sus hermanos lo llaman para proseguir con la excursion. Ni uno ni otra saben que sus destinos están ligados.
Resulta que por un desgraciado accidente la familia pierde el único medio de vida que tienen y Tess, sintiendose responsable de la situación decide ponerse a trabajar. La madre le insta a que acuda a unos lejanos parientes con posibles, miembros de una rama diferente de los d’Urberville. Tras mucho discutir, Tess acude a la casona de su supuesta tía, sin saber que estos familiares son en realidad unos impostores, unos nuevos ricos sin títulos que creyendo que el apellido d’Urberville estaba extinto se apropian de él para lograr un status.
En esta casona donde Tess va a cuidar pájaros y gallinas, conoce a Alec, su supuesto primo. Alec es un crápula y no deja pasar ocasión para hacerle pasar malos ratos a su prima con su despiadado juego de seducción. No consigue nada de ella, pero una noche despues de una fiesta en el pueblo, con la excusa de llevarla a casa en su caballo, Alec conduce a Tess al bosque y allí la fuerza, destrozando su vida para siempre.
Por suerte o por desgracia Tess volverá a encontrarse con Angel y comenzará con él una apasionada historia de amor con un futuro en principio incierto, ya que la muchacha se considera una mujer manchada, tal y como la sociedad la vería si supiera lo sucedido… Su madre le aconseja que no diga nada a nadie, sobre todo a Angel, pero Tess no tiene la conciencia tranquila… 
Tess me ha encantado, pero es un dramón. A la pobre muchacha la vida no deja de darle palos en los cuatro años que se supone que van desde el principio de la novela hasta el final. Y encima la chica se echa a sí misma la culpa de todo y no la tiene.

Para empezar le han tocado en suerte unos padres bastante irresponsables, por no decir cortos de luces: la madre es poco más que una ingenua y una estúpida y su padre es un borrachín irrecuperable. Ante tal panorama es Tess quien casi por si sola, tiene que hacerse cargo de la manutención de la familia y por ello la pobre pasa las penurias que pasa.

Por si fuera poco, el hombre que cree su primo la viola e intenta pagar su silencio, pero ella sintiendose humillada, se niega. Lo que no puede evitar es que en su pequeño pueblo hayan rumores, pues la violación tuvo consecuencias. La sociedad juzgará a la pobre Tess culpabilizandola de un delito del que no es sino la victima. La chica intenta salir de su ambiente y corre a otro pueblo a buscarse la vida trabajando en una vaquería en la que casualmente está de aprendiz de ganadero Angel Clare, el chico que viera el día del baile, cuando aún se la consideraba una mujer pura y sin tacha. Los dos protagonistas se enamoran pero ese amor es para Tess una tortura ya que se considera indigna del amor del muchacho… 

Siendo mujer, se tiene que hacer un esfuerzo importante para intentar comprender la situación de Tess en la novela sin soltar juramentos cada dos páginas leidas. Es tal la crueldad con la que se trata a la mujer mancillada que nos resulta incomprensible hoy en día que esos tratos hayan podido darse alguna vez. Pero sabemos que hay lugares, familias y sociedades completas que siguen considerando a la mujer como un ser indigno e inferior. El peligro viene cuando son las propias mujeres las que se consideran a sí mismas como inferiores al hombre, lo que es el caso de Tess. Al final la chica reacciona, pero a lo mejor llega un poquito tarde.

NOTA: 9

Las imágenes que ilustran esta entrada pertenecen a la miniserie de cuatro capítulos de la BBC con Gemma Arterton como Tess, Eddie Redmayne como Angel y Hans Matheson como Alec.

Portadas feas: "Tess la de los D’Urberville"

El libro que he decidido empezar hoy y que lo iré leyendo mientras al tiempo cumplo con el reto Karenina es Tess la de los D’Urberville de Thomas Hardy. La razón es que a veces cuando quedo con gente me hacen esperar bastante y estar en una cafetería mirando a la gente e intentando al mismo tiempo que no me miren es algo que no me gusta nada de nada, por eso llevo un libro en el bolso. Y Anna Karenina pesa como un muerto.
La versión que he comprado es la de Alianza Editorial que hace un tiempo le dio por modernizar un poco la maquetación de sus clásicos… algunas veces con acierto y otras son bastante como diria yo: feas rondando la cutrez absoluta. Este es el caso de este libro, que es mas feo que pegarle a un padre en toda la cara y con un calcetín sudado. A los hechos me remito:

El cura de una aldea le revela a John Durbeyfield que su nombre es una deformación de d’Urberville, una noble familia casi extinguida. La pobre situación de la familia hace que John envie a su hija, Tess, a la mansión donde viven los D’Urbervilles, para que le den trabajo como favor por la relación de parentesco. Pero en la casa grande quien maneja la situación es el siniestro Alec, que se enamora de ella y la intenta seducir … Los padres de Tess creen que su hija terminará por casarse con Alec D’Urberville, pero la realidad es muy diferente. A partir de ahí la vida de Tess estará marcada por la tragedia y la fatalidad.

Como podéis ver, la portada, aparte de ser fea con avaricia, no tiene ningún sentido.