TITULO: «So Bright and Delicate: Love Letters and Poems of John Keats to Fanny Brawne»
AUTOR: John Keats
EDITORIAL: Penguin Classics
FORMATO: Tapa blanda.
Esta edición comprende todas las cartas de amor que John Keats escribió a Fanny Brawne, y la poesía que escribió para ella. John se enamoró de Fanny cuando la vio en noviembre 1818 en Hampstead y se inspiró para producir algunos de los más bellos versos y cartas de amor jamás escritas.
Aclaración previa: De este libro voy a reseñar las primeras 66 páginas que son el conjunto de cartas que han sobrevivido, un total de 37 cartas y notas que John Keats le envió a su amada Fanny. El resto del libro son poemas inspirados por ella que no reseñaré simplemente porque no sé reseñar poesía. Os ruego que me disculpéis por ello.
John Keats (1795 – 1821) murió a la edad de veinticinco años dejando tras de sí algunos de los versos y cartas más exquisitos y emotivos escritos jamás, inspirado por el amor por su vecina Fanny Brawne. A pesar de que tuvieron una relación muy corta durante la cual estuvieron en ocasiones separados por algún tiempo a causa de la enfermedad de Keats (tuberculosis), que no hacía más que empeorar, lo que le forzó a trasladarse a Roma, las cartas entre ellos no se interrumpieron. John escribía a Fanny una y otra vez y también escribió sobre ellas, el último de éstos titulado simplemente «To Fanny» (A Fanny). Ella, al enterarse de la muerte del poeta se cortó el pelo y guardó luto durante tres años. Además Fanny llevó puesto el anillo de compromiso que él le dio hasta el día de su muerte en 1865.
«Tú siempre eres nueva. El último de tus besos será siempre el más dulce, tu última sonrisa la más brillante, tus últimos movimientos los más graciosos. Cuando pasaste por mi ventana ayer yo estaba lleno de tanta admiración que parecía que te hubiera visto por primera vez… Incluso si no me amaras no podría yo evitar mi entera devoción por ti»
La idea general que saqué de la lectura de las cartas de Keats a Fanny es que durante los años en que las escribió (entre 1919 y 1921) el poeta era plenamente consciente desde el principio de que la enfermedad lo estaba matando, sabía que la muerte iba a separarlo de Fanny demasiado pronto y, aunque ella aún albergaba esperanzas de que se curase, no se hacía ilusiones al respecto.
Por otra parte Keats temía dos cosas: Que la tuberculosis le impidiera escribir (hay una carta en la que comenta que los médicos le piden que no lea ni escriba) y que su obra no trascendiera. El joven poeta insiste en este punto constantemente, e incluso llega a decir que lo que desea es que sus amigos, de los que depende totalmente para sobrevivir, lleguen a estar orgullosos de él, aun después de muerto.